Sesiones de recién nacido: cuándo reservar, cómo se desarrollan y por qué son un recuerdo único
Los primeros días de vida de un bebé son tan fugaces como irrepetibles. Sus manitas diminutas, su piel suave, esa manera en la que se acurrucan… todo cambia tan rápido que, en cuestión de semanas, ya no serán igual. Las sesiones de recién nacido son una forma de guardar para siempre este momento tan especial.
¿Cuándo reservar la sesión de recién nacido?
La mejor etapa para hacer estas fotos es entre los 5 y 15 días de vida. En este periodo, los bebés duermen más profundamente, conservan las posturas que tenían en el vientre materno y se sienten más tranquilos y confortables.
Por eso, es fundamental reservar durante el embarazo. Así aseguramos disponibilidad en mi agenda y podemos adaptarnos rápidamente cuando el bebé nazca.
Por qué hacer una sesión de recién nacido
Capturas un momento que no volverá.
-
Es un regalo para el futuro: esas fotos serán un tesoro para tu hijo cuando crezca.
-
Permite incluir a la familia, creando retratos llenos de amor y conexión.
Mis sesiones de recién nacido se realizan en un ambiente tranquilo, con temperatura agradable y música suave, para que el bebé se sienta cómodo. Todo se hace a su ritmo, respetando pausas para comer, dormir o acurrucarse con mamá o papá.
Disponemos de mantas, gorritos, accesorios y fondos neutros, pero siempre priorizo que el bebé sea el protagonista.
Ejemplos de lo que incluimos (según pack)
Retratos del bebé dormido en distintas poses.











Consejos para los padres antes de venir
Un recuerdo para siempre
Cada sesión de recién nacido es única. Con el paso del tiempo, esas imágenes se convierten en un pedacito de historia que podrás revivir siempre que quieras.
Si estás embarazada, ahora es el momento de reservar y asegurar que no te pierdas esta oportunidad irrepetible.